Por Franco Cerutti
«Hoy, lunes 24 de marzo del 2025, quiero compartir una experiencia que me ha dejado profundamente agradecido y conmovido. Hace unas horas, en el Hospital San Juan de Dios, me sometí a una biopsia de próstata. Lo que debía ser un procedimiento rutinario tomó un giro inesperado cuando, debido a la tensión y la dieta líquida de los días previos, sufrí un desmayo y una caída. Me encontré en el suelo, desorientado, con la cara ensangrentada y la visión borrosa.
En ese momento de vulnerabilidad, la doctora, los técnicos y enfermeros del hospital se convirtieron en mis ángeles guardianes. Su respuesta fue inmediata y ejemplar. Me atendieron con una profesionalidad y calidez humana que jamás olvidaré. Me limpiaron la cara ensangrentada (un fuerte golpe en la nariz al caer), me levantaron, tomaron mi presión, midieron mi nivel de azúcar y me administraron suero intravenoso además de ayudarme a vestirme (estaba todavía medio desnudo). Incluso se aseguraron de informar a mi esposa, que esperaba ansiosamente en la sala de espera.
Durante esas horas de incertidumbre, me sentí rodeado de personas que no solo cumplían con su deber, sino que demostraban una genuina preocupación y empatía. Su dedicación y cuidado me permitieron recuperarme y salir del hospital por mi propio pie.
Quiero expresar mi más profundo agradecimiento a cada uno de ellos. Su profesionalismo, su humanidad y su entrega son un ejemplo para todos. En momentos como este, es cuando uno se da cuenta de la importancia de contar con profesionales de la salud tan comprometidos. ¡Gracias, Hospital San Juan de Dios, por tener un equipo tan extraordinario!»

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