Por Franco Cerutti
La salud es un derecho fundamental, y el acceso oportuno a los servicios médicos primarios es crucial para el bienestar de cualquier comunidad. Sin embargo, para los vecinos de Santa Ana, obtener una simple ficha en su EBAIS local se ha convertido en una odisea frustrante y desmoralizante.
Ayer, mi esposa y yo nos unimos a una docena de personas que, con la esperanza de ser atendidos, nos presentamos a las 5 de la madrugada frente al EBAIS de Santa Ana. La escena era ya preocupante: ciudadanos madrugando, sacrificando horas de sueño y exponiéndose a la inseguridad de la noche, solo para intentar acceder a una consulta médica.
La indignación llegó pasadas las 7 de la mañana, cuando una funcionaria del EBAIS salió para entregar la pasmosa cantidad de ¡tres fichas! Sí, leyó bien, solo tres cupos para todo un día de atención. ¿Cómo es posible que un centro de salud que, según se comenta, permanece gran parte del tiempo con poca afluencia, limite de esta manera el acceso a sus servicios?
Lamentablemente, la pesadilla no terminó ahí. Hoy, nuevamente, la situación se repite con una crueldad aún mayor. Mi esposa y yo volvimos a presentarnos en el EBAIS desde las 4 de la madrugada, encontrando ya a un puñado de personas con la misma esperanza tenue de ser atendidos. Sin embargo, hoy tampoco hubo ficha para mi esposa. Después de madrugar por segundo día consecutivo, la respuesta fue la misma: una limitación inexplicable que nos deja sin acceso a la atención médica que necesitamos.
Esta situación es inaceptable. No se trata solo de la pérdida de horas de sueño y el sacrificio personal, sino de la negación de un derecho fundamental. ¿Cuántos días más tendremos que repetir esta humillante peregrinación? ¿Cuánto tiempo más se nos negará la atención médica que necesitamos?
Es una verdadera vergüenza que estas situaciones sigan ocurriendo. La comunidad de Santa Ana merece un EBAIS que funcione de manera eficiente, que responda a las necesidades de sus habitantes y que no los obligue a participar en esta indignante lotería por una cita médica.
Nos preguntamos: ¿Cuáles son los criterios para limitar de esta manera la atención? ¿Por qué un centro que aparentemente no está saturado restringe de forma tan drástica el número de pacientes que puede ver en un día? ¿Dónde está la planificación y la sensibilidad hacia las necesidades de la población?
Hacemos un llamado urgente a las autoridades de salud correspondientes para que investiguen esta situación anómala en el EBAIS de Santa Ana y tomen medidas inmediatas para garantizar un acceso digno y oportuno a la atención médica primaria. No es justo que los ciudadanos tengan que someterse a estas largas esperas y a esta incertidumbre para ejercer su derecho a la salud. La situación de hoy, con mi esposa nuevamente sin poder obtener una ficha, es una clara muestra de la urgencia de una solución.
Esperamos que nuestra voz, y la de muchos otros vecinos afectados, sea escuchada y que pronto se encuentre una solución justa y eficiente para esta inaceptable realidad.

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