Por Franco Cerutti
### Crónica del Bar La Sele: ¡Victoria Inmune para el Presi, o Cómo Chaves Se Convierte en el Superhéroe Intocable de la Política!
Por Don Pepito, “El Chiquitico”, cronista oficial del Bar La Sele, Alajuelita. (Escrito con el lápiz que me prestó Don Filemón, el mismo que usó para firmar el acta cuando llevó a Laura Chinchilla al aeropuerto… y regresó con una propina presidencial).
Era una tarde radiante en Alajuelita, de esas donde el sol brilla como la popularidad de un presidente que acaba de ganar una batalla épica. En el Bar La Sele, el aire olía a casados triunfantes y a café fresco, ese que Doña Mary prepara con el cariño de cincuenta años, o sea, con extra Lizano y una pizca de victoria. Don Chalo, el dueño, frotaba el mostrador con un trapo reluciente, tarareando un himno que sonaba a «¡Pura vida, pura inmunidad!».
De pronto, irrumpe Don Roderico, el cliente fijo, con el periódico enrollado como una bandera de celebración. Se acomoda en su taburete, el que nunca cruje porque está reforzado con esperanza tica, y exclama: “¡Don Chalo, un guaro doble con hielo eterno! ¡Que no se derrita nunca, como el fuero del presi!”
Doña Mary asoma desde la cocina, delantal impecable como una Constitución blindada. “¡Roderico, qué alegría! ¿Otra vez celebrando? Serví tu casado con extra carne, porque hoy Costa Rica ganó. ¡El presi mantiene la inmunidad!”
Don Filemón, el taxista pirata, ya estaba atrincherado en su esquina, sombrero en alto como un trofeo. “¡Yo lo dije! Si yo llevara a Chaves al aeropuerto ahora, le diría: ‘Presi, no hace falta huir, ¡usted es inmune como mi taxi a las revisiones técnicas!’ En mis tiempos, los presidentes corrían riesgos, pero este… ¡es un superhéroe! 15 denuncias del TSE por beligerancia, y ¡pum! La Asamblea dice no por tres votos. ¡Es como si el fuero tuviera un escudo invisible contra las élites!”
Yo, Don Pepito “El Chiquitico”, garabateaba furiosamente en mi libretita, la que guarda las glorias del barrio desde que Alajuelita era campeona invicta. “¿Victoria? ¿Qué pasó exactamente, Roderico? ¿Chaves se volvió fantasma bueno?”
Don Roderico desenrolla el periódico con un flourish teatral, como si estuviera izando la bandera nacional. “¡Escuchá, Pepito! Segunda vez que rechazan levantar la inmunidad al presi. ¡Por tres votos nomás! El TSE con sus 15 denuncias por parcialidad electoral, beligerancia y todo eso… pero los diputados, sabios como Salomón con resaca, no alcanzaron los 38. ¡Chaves sigue intocable! Es como un gato con vidas infinitas, pagadas con el apoyo del pueblo. ¡Los que querían desaforarlo se quedaron mirando el techo!”
Don Chalo ríe a carcajadas, sirviendo guaros que parecen más fuertes que nunca. “¡Beligerancia electoral! ¿Eso qué es? ¿Hablar con pasión? En mis tiempos, beligerante era el que pedía fiado y no pagaba. Ahora, Chaves es como mi bar: sólido, popular, y nadie lo cierra. ¡Los diputados votaron con cabeza! Evitaron un circo que solo beneficiaría a las élites. ¡Por tres votos, pero qué tres votos heroicos!”
Entra Don Tico el Electricista, secundario estrella, con cables en los bolsillos y opiniones que iluminan como un corto circuito feliz. “¡Yo lo vi en la tele! Diputados votando: unos sí, pero al final ¡no! Faltaron tres para el desafuero. ¡Tres! Como los tres poderes, pero unidos contra el caos. Chaves debe tener un amuleto: ‘Protego totalum’ contra denuncias. O tal vez es el pueblo que lo respalda. ¡Este rechazo fortalece al presi, lo catapulta en las encuestas!”
Doña Mary reparte casados humeantes, como decretos de victoria. “¡Coman, coman, que hoy es fiesta! Si Chaves mantiene el fuero, hagamos un casado inmune: arroz que no se acaba, gallo pinto eterno. ¡Milagro tico! En cambio, los del TSE con sus 15 quejas, como yo con 15 nietos: todos gritando, pero el abuelo sigue mandando.”
Don Filemón levanta el sombrero. “Si yo fuera Chaves, me subo al taxi y doy vueltas por Zapote gritando ‘¡Soy inmune!’ Pero en serio, ¿y si lo intentan tercera vez? ¿Se convierte en leyenda? ¡No, en presidente eterno, como esos que bajan el costo de la vida y suben la alegría!”
Don Roderico asiente, devorando su casado. “Non-sense bonito este. La Asamblea es un estadio: goles fallidos por los otros, victoria por defensa sólida. Chaves sale más fuerte, y nosotros brindamos. ¡Por tres votos! Si fueran tres guaros, Don Chalo los serviría volando.”
Yo, El Chiquitico, anoto: “En el Bar La Sele, la inmunidad de Chaves es como el casado de Doña Mary: intocable, deliciosa, y deja a todos satisfechos.” Todos aplauden, el bar se llena de humo de puros imaginarios (porque aquí celebramos con estilo, aunque prohibido), y la tarde continúa, gloriosa como la política cuando gana el pueblo.
Fin de la crónica. Mañana, si hay más victorias, vuelvo con extra guaro. ¡Pura inmunidad, pura vida!

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