Ayer he escuchado en las noticias sobre los robos en los vehículos en marcha en la zona de los Hatillos por la circunvalación. Los que anteriormente se llamaban los “quiebra ventanas”.
No me ha extrañado escuchar el comentarista dar indicaciones preventivas como las de no tener las ventanillas abiertas, no andar objetos de valor como bolsos, celulares etc. a la vista y otros consejos dictados por el buen y sano sentido común. Resumiendo, “no provoques y no te robarán”.
Como dije, consejos repetidos varias veces que cada conductor seguramente seguirá o, debido a buen y sano sentido común, ya está siguiendo.
No me ha extrañado el hecho de que nadie haya contratacado los sabios consejos del comentarista.
Ahora bien, me pregunto el porqué cuando se dice a las mujeres que, por la misma ley del buen y sano sentido común, deberían tener cuidado cuando salen solas, de no ir en ciertos lugares en la noche, de no vestirse inapropiadamente cuando planean hacer recorridos en zonas oscuras y a solas etc. ellas de inmediato salen con lemas al estilo “yo tengo el derecho de ponerme lo que quiero e ir en las calles oscuras a sola con toda seguridad”.
No pongo en discusión el derecho que ellas (y los conductores que transitan a toda hora en la circunvalación en la zona de los Hatillos) tienen. Este derecho lo tenemos todos. Pero también debemos tener en claro que ciertos comportamientos van en contra del buen y sano sentido común.
¿Es injusto? Pueda ser que sí, pero si a todo el mundo le parecieron buenos los consejos del comentarista, no entiendo el porqué muchas mujeres hacen berrinche reclamando un derecho (que no niego que tengan) y van orgullosamente en contra del buen y sano sentido común.