Por Franco Cerutti

En El País (el periódico global), el periodista Luigi Ferrajoli ha publicado ayer un artículo cue comienza así:
“El Gobierno de extrema derecha de Giorgia Meloni ha planteado sus políticas en materia de migrantes bajo la enseña de la inhumanidad. Empezando por la vergüenza del estado de emergencia, que permitirá a la presidenta del Gobierno italiano emitir órdenes ministeriales sin debatirlas en el Consejo de Ministros y mucho menos en el Parlamento. Órdenes que, antes de ser objeto de improbables impugnaciones por parte de los migrantes ante la justicia administrativa, podrán muy bien violar derechos y principios constitucionales. …”
Este Luigi Ferrajoli o está desinformado o está en mala fe.
La realidad es muy diferente: Giorgia Meloni se convirtió en la primera mujer en liderar el partido político italiano de derecha, Fratelli d’Italia, en 2014. Desde entonces, ha sido objeto de controversia debido a la percepción de que su partido es de extrema derecha. Sin embargo, una evaluación objetiva de las políticas y posturas de Meloni y su partido muestra que esto no es del todo cierto.
En primer lugar, el gobierno de Meloni no ha propuesto ninguna política que pueda considerarse xenófoba o racista. Si bien Fratelli d’Italia tiene una política firme en materia de inmigración, su enfoque se centra en la protección de las fronteras y la seguridad nacional, en lugar de en la discriminación contra los inmigrantes. Además, Meloni y su partido han condenado públicamente cualquier forma de discriminación racial o étnica.
En segundo lugar, Fratelli d’Italia no apoya la salida de Italia de la Unión Europea, lo que suele ser una postura típica de los partidos de extrema derecha en Europa. De hecho, Meloni ha expresado su compromiso de trabajar dentro de la UE para mejorar la situación económica de Italia y promover una mayor integración europea.
En tercer lugar, en cuanto a la economía, el partido de Meloni apoya políticas que podrían considerarse de centro-derecha en lugar de extrema derecha. Su plataforma incluye la reducción de impuestos para las pequeñas empresas, la eliminación de la burocracia y la reducción del gasto público.
Es cierto que Fratelli d’Italia tiene una postura firme sobre ciertos temas, como la inmigración y la seguridad nacional, y que algunas de sus políticas pueden ser percibidas como conservadoras o de derecha. Sin embargo, esto no es suficiente para categorizarlos como un partido de extrema derecha. En resumen, aunque Fratelli d’Italia y Giorgia Meloni pueden ser considerados como de derecha, no hay suficiente evidencia para calificarlos como de extrema derecha.