Por Franco Cerutti

En la vida, hay muchas situaciones en las que te preguntan algo y no tienes la respuesta. Y aunque a veces sabes la respuesta, hay momentos en que es mejor decir «no lo sé» para evitar problemas y ahorrar tiempo.
Por ejemplo, ¿alguna vez te ha preguntado tu jefe cómo se realiza una tarea que tú has hecho varias veces? A pesar de que sabes cómo hacerlo, puedes decir «no lo sé» para evitar discusiones innecesarias y mantener a tu jefe en su zona de confort. Después de todo, ¿quién quiere un jefe molesto?
Otro caso es cuando alguien te pide ayuda para resolver un problema que es claramente culpa de esa persona. Aunque puedas identificar el error y solucionarlo rápidamente, puedes decir «no lo sé» para evitar disgustos. Nadie quiere ser el chivo expiatorio en una situación así.
Incluso en situaciones triviales, decir «no lo sé» puede ser beneficioso. ¿Alguna vez te han preguntado cómo llegar a un lugar que conoces perfectamente? En lugar de dar una larga explicación, simplemente puedes decir «no lo sé» y ahorrar tiempo valioso para hacer otras cosas más importantes.
Además, decir «no lo sé» puede ser una forma efectiva de evitar tener que asumir responsabilidades innecesarias. Si no estás seguro de algo, es mejor no decir nada y evitar tener que correr para solucionar un problema más tarde.
Por supuesto, hay momentos en que es importante tener una respuesta precisa y honesta. Pero en situaciones cotidianas, decir «no lo sé» puede ahorrarte mucho tiempo y energía. Así que la próxima vez que alguien te haga una pregunta, piensa dos veces antes de responder. Puede que sea mejor decir simplemente «no lo sé».