Por Franco Cerutti

¿Alguna vez has sentido esa molestia en el fondo de tu ser cuando alguien se empeña en compartir sus opiniones contigo? Ya sabes, esas ocasiones en las que te lanzan juicios y puntos de vista no solicitados sobre cualquier tema que se les ocurra. ¡Pues tengo la solución perfecta para ti! ¡Convierte todas esas opiniones en «mportami»!
El término «mportami» proviene de la fusión de las palabras «importa» y «ami», y se ha convertido en un fenómeno viral en las redes sociales y en la vida cotidiana. Es una técnica revolucionaria que te permitirá lidiar con esas interacciones no deseadas y, al mismo tiempo, sacarle una sonrisa a tu rostro.
¿Cómo funciona exactamente? Bueno, la próxima vez que alguien decida lanzar sus opiniones al aire sin ser invitado, simplemente responde con una sonrisa y un alegre «¡mportami!». Imagina la cara de confusión de esa persona cuando te enfrentas a sus palabras con una actitud desinteresada y divertida.
Por ejemplo, supongamos que tu vecino insiste en decirte que las plantas de tu jardín necesitan más agua de la que les estás dando. En lugar de entrar en una discusión sin fin sobre técnicas de jardinería, simplemente dí: «¡mportami!» y sigue adelante con tu día. Después de todo, ¿quién sabe mejor que tú lo que tus plantas necesitan?
La belleza de esta técnica radica en su capacidad para desarmar las situaciones tensas y convertirlas en momentos cómicos. Es como si estuvieras jugando un juego secreto en el que tú eres el ganador y los demás ni siquiera se dan cuenta. Además, «mportami» se puede aplicar a cualquier tipo de opinión, ya sea sobre política, deportes, moda o cualquier otra cosa que se te ocurra.
Ahora bien, es importante tener en cuenta que el objetivo aquí no es ser irrespetuoso o desconsiderado con los demás. La idea es simplemente tomar un enfoque ligero y divertido frente a las opiniones no deseadas. A veces, simplemente no vale la pena entrar en una discusión agotadora, y es mejor tomar las cosas con humor.
Puedes llevar el concepto de «mportami» a otro nivel y comenzar a usarlo en tus conversaciones cotidianas. Prueba a decir «mportami» en lugar de «no me importa» cuando alguien te pregunte sobre tu opinión sobre algo trivial. Verás cómo la gente se queda desconcertada y, quién sabe, ¡quizás comiences una nueva tendencia lingüística!
En resumen, convertir las opiniones de otros en «mportami» es una manera divertida y refrescante de lidiar con interacciones no deseadas. Te permite tomar el control de la situación mientras te diviertes en el proceso. Así que la próxima vez que alguien trate de imponer sus puntos de vista sobre ti, simplemente sonríe y diles: ¡mportami!