Por Franco Cerutti

Recuerdo que en 1976 el lingüista Tullio de Mauro, fallecido en 2017, había hecho una encuesta para ver cuántas palabras conocía un alumno de gimnasio: el resultado fue de unas 1.600.
Repitiendo la encuesta 20 años después, el resultado fue que los gimnastas de 1996 conocían entre 600 y 700 palabras.
Hoy creo que se las arreglan con 300 palabras, si no menos.
¿Es eso un problema?
Sí, es un gran problema, porque, como señaló Heidegger, sólo somos capaces de pensar limitados a las palabras que tenemos, porque no podemos tener pensamientos a los que no corresponda una palabra.
Las palabras son herramientas para expresar el pensamiento, al contrario, son condiciones para poder pensar.