Por Franco Cerutti
Después de ver a mi médico, descubrí que necesitaba una resonancia magnética de mi próstata.
Como persona de mente abierta, afronto esta experiencia con valentía y humor.
Llegué a Calderón Guardia a mi cita (las 2 de la madrugada del sábado) con una mezcla de nerviosismo y curiosidad.
Finalmente, es mi turno.
Me llevaron a un lugar donde me harían la resonancia magnética.
La técnica, dicho de paso una muy linda y amable técnica, fue me explicó detalladamente el procedimiento y me aseguró que no sería doloroso.
Mientras estaba acostado en la mesa, la máquina comenzó a moverse y hacer ruidos extraños.
En ese momento cerré los ojos.
Decidí imaginarme embarcándome en una aventura espacial, explorando nuevos mundos y descubriendo los secretos del universo.
El tiempo pareció detenerse mientras continuaba la resonancia magnética.
Aunque era incómodo, me di cuenta de que estaba decidido a abordarla con una actitud positiva.
Mi mente viajó a lugares lejanos y mi imaginación fue capaz de transformar situaciones médicas en experiencias únicas y placenteras.
Después de lo que pareció una eternidad, la máquina finalmente se detuvo.
Cuando salí del “tubo”, me sentí aliviado y satisfecho de haber completado el desafío.
Salí del hospital con una sonrisa, acompañado de mi esposa.
Como siempre, aprendí que el humor y la imaginación pueden ser herramientas poderosas para superar los desafíos de la vida.
Mi experiencia con la resonancia magnética de próstata se ha convertido en una historia que comparto (de hecho, aquí lo estoy haciendo) con amigos y familiares, inspirando a otros a abordar sus propios desafíos con una actitud positiva y un toque de ironía.
Así que me he convertido en el héroe de mi propia historia y he demostrado que el humor puede ser el mejor aliado incluso en los momentos más difíciles.
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