– Maestro, ¿qué es la verdad?

– Mi querido ingenuo, déjeme decirte primero que es un gusto tenerte aquí de nuevo. ¿Cómo te fue con lo de las NIC?

– Bien Maestro, muy bien gracias a su enseñanza. Pero ahora, hablemos de la verdad.

– A ver si logro confundirte: la verdad es una mentira…

– Maestro, realmente me está confundiendo. ¿La mentira no debería ser el contrario de la verdad?

– Mi estimado ingenuo, la verdad es una mentira en el sentido que casi siempre es una ficción, es lo que creemos que sea la verdad.

– Siga Maestro que está despertando mi interés.

– Te hago un ejemplo: te recuerdas cuando el Presidente de los Estados Unidos de América, Bill Clinton, en el año 1997 fue procesado por aquella cosa hecha debajo de su escritorio –  normalmente se hace en otros lugares pero él la hizo debajo del escritorio – él fue llevado a juicio no por la “cosa” hecha que, dicho de paso es bastante común, en latín se llama fellatio y ahora no recuerdo como se dice en nuestro idioma, sino por haberle mentido a los americanos.

– Sí Maestro, pero ¿qué tiene que ver esto con la verdad y la mentira?

– Simple, mi querido ingenuo, el punto está en el por que él mintió. Él mintió frente doscientos veinte millones de estadounidenses con la única intención de garantizar la propia serenidad familiar. Para que nadie supiera que su esposa era cornuda.

– Siga Maestro.

– Entonces, ¿cuál es la verdad de la traición? Piénselo bien. La verdad de la traición es la mentira. Si yo traiciono y lo digo ya no estoy traicionando. Uno que traiciona debe mentir. Él ha mentido al pueblo estadounidense, no porque no quería decir que había… sino para proteger su mujer y su familia. Quien traiciona debe decir que no traiciona.

– Pero, Maestro, siempre he creído que decir la verdad es bueno y mentir es malo.

– No siempre, querido ingenuo, no siempre. Por ejemplo, si tu ves a un tipo corriendo por su vida perseguido por unos asesinos y tu ves que se escapa en la calle a la derecha, cuando llegan los asesinos corriendo y te preguntan por que lado se ha escapado y tu contesta – a la izquierda -, estás mintiendo, pero al mismo tiempo salvando la vida a un ser humano. Ves, a veces mentir es bueno y decir la verdad puede ser malo.

– Maestro, ahora ya no sé si mentir o decir la verdad. ¿Existe la verdad?

– Querido ingenuo, ya te lo he dicho al inicio, la verdad es una ficción, es lo que creemos que sea la verdad. Hasta en las sentencias en los tribunales los jueces no están seguros de haber descubierto la verdad. De hecho, no la llama “la verdad” sino “la verdad jurídica”.

– Maestro, ¿existe una definición de lo que es la verdad?

– Mi estimado ingenuo, para esta pregunta me siento más seguro dar la palabra a Wikipedia: “La verdad es la coincidencia entre una afirmación y los hechos”. Queda, pero mucho espacio para las interpretaciones subjetivas sobre la “coincidencia” y sobre los “hechos”. Pero, querido ingenuo, ahora estoy un poco cansado e iré a descansar. Como siempre, gracias por prestarme atención.

– Gracias a Usted, Maestro.