Por Franco Cerutti
Hoy, el aroma de la anticipación flota en el aire, y no es para menos. Después de una tarde de dedicación culinaria, mi **famosa pizza vegetariana** está lista. Cada ingrediente fresco ha sido dispuesto con esmero, creando una obra maestra que espera su momento de gloria en el horno. Desde el vibrante **zucchini** y el dulce **chile dulce**, pasando por la aromática **cebolla** y las saladas **aceitunas negras**, cada elemento ha sido elegido para una explosión de sabor.
Pero la magia de esta pizza no es solo su sabor; es el ingrediente secreto de compartir. Actualmente, descansa pacientemente en la encimera, aguardando la señal perfecta: el momento en que mi esposa regrese a casa después de su jornada laboral. Es en ese instante, al cruzar la puerta, cuando el horno se encenderá y transformará esta promesa de sabores en una cena caliente y reconfortante.
Pocas cosas superan la alegría de una comida casera compartida, especialmente cuando es algo tan esperado como esta pizza vegetariana. Es la manera perfecta de cerrar el día, ofreciendo no solo alimento, sino también un momento de conexión y disfrute juntos.

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